Nardo y azahar envuelven a la Caridad en su día Imprimir
Escrito por María del Pino Gil de Pareja. Fotos: Pedro Valeros y Obispado.7 de abril de 2017, viernes   

La basílica de la Caridad ha acogido esta mañana la misa en honor a la patrona de los cartageneros, donde ha tenido lugar la tradicional ofrenda de la Onza de Oro por parte de la comitiva municipal.


Flores blancas y rosas rodeaban a la patrona en su día. A las 11.30 daba comienzo la celebración. La corporación municipal entraba de negro en la basílica. El alcalde de Cartagena, José López, presidía la comitiva, que llegaba en procesión desde el Palacio Consistorial. También han estado presentes la vicealcaldesa, Ana Belén Castejón, la consejera de Cultura y Portavocía, Noelia Arroyo y el concejal más joven del Ayuntamiento, Ricardo Segado, que este año era el encargado de portar el pendón de la ciudad.

A los pies del altar se han reservado varias filas de bancos que han ocupado los hermanos mayores de las cuatro cofradías y demás autoridades civiles, militares y académicas de Cartagena que han acudido a la ceremonia.


El obispo de la diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, ha sido el encargado de oficiar la misa junto a otros sacerdotes y vicarios de la diócesis. Su homilía ha comenzado con una felicitación a todas las mujeres llamadas Caridad y también, a las Dolores. Después, ha centrado su reflexión en la figura de la Virgen, que ha dibujado con olores de “nardo y azahar”. “Su cálida faz conserva el secreto de una mujer que ha acogido en su corazón la misión de cuidar a quien se le ha entregado como hijo”, ha afirmado el obispo. Y ha continuado: “Con su hijo en su regazo, sola en el mundo, sin más lágrimas, la Virgen de la Caridad nos regala la paz, la unidad y la santidad a todas las familias”.


Para finalizar su discurso, José Manuel le ha pedido a la patrona por todos los cartageneros y cartageneras. También por los enfermos y los ancianos; las víctimas de la violencia y el terrorismo y los fallecidos a causa de las catástrofes naturales. No faltó en su plegaria un recuerdo al Hospital de la Caridad.


Tras la homilía, el alcalde ha cumplido con la tradición de la ofrenda de la Onza de Oro, que simboliza la aportación económica que realiza todos los años el Ayuntamiento de Cartagena a beneficio de los enfermos pobres del Hospital de la Caridad. José López ha realizado un discurso dialogado con la “virgencia de la Caridad” en el que ha pedido fuerza para todos los cartageneros. También ha aprovechado para dar gracias por lo recibido: “Te agradecemos que nos hayas dado fuerza para trabajar por nuestro municipio. Sin ti, no habría éxitos económicos, ni políticos, ni turísticos. Éxitos que no son nuestros, sino tuyos, porque solo somos herramientas al servicio de nuestros semejantes”.

La misa ha concluido con el canto de la Salve tras el que se ha levantado una gran ovación de todos los cartageneros.



 

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