La diosa ha hablado en el santuario del Oráculo, desvelando el futuro de Aníbal y de Qart-Hadast ante una angustiada Himilce. GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)

“Hay hechos en la historia…” Así comienza cada año el Oráculo de Tanit, con la voz en off de la recordada Rosa Juaneda, puntal del origen de Carthagineses y Romanos y autora, entre otras aportaciones, del guión de esta obra, el cual se respeta en cada edición, que cierra nuevamente su voz: “… este oráculo que nadie presenció jamás y que pudo suceder en Qart-Hadast hace más de dos mil doscientos años”.

Sobre el escenario del puerto, con viento de más, un amplio grupo de actores-festeros para representar, durante cincuenta minutos, la cita ante la ‘gran señora de Cartago’, su diosa Tanit, ante un aforo casi repleto. La puesta en escena, con algunas variaciones escenográficas, bajo la coordinación de Marcial Góngora, ha vuelto a responder a las expectativas, con especial mención al dramático y desgarrador texto en solitario vertido por la princesa de Cástulo, con aderezo de fuegos de artificio, que ha arrancado ovaciones entre los espectadores. Todo ello sin desmerecer un cuadro que desarrolla un relato ágil que, aunque la esencia se repita cada año, sigue ganándose el interés de muchos.

Una docena de chicas han sido las primeras que han pisado las tablas para ofrecer una atractiva danza. También sirve para recordar que el Oráculo es la obra con más presencia femenina de las fiestas y que durante bastante tiempo fue interpretada exclusivamente por mujeres. Ahora hay paridad.

Maribel González es la sacerdotisa y Antonio Cano el sacerdote. La primera es la ‘voz de la diosa’. “Tanit, escucha las plegarias de tu pueblo, que acude a verte”. Un padre, muy preocupado, quiere saber si regresará su hijo, ya tiempo ausente; un joven guerrero expresa su deseo de combatir junto a Aníbal; y una mujer expresa su ansiedad por ser madre. La diosa les regalará unas profecías con grandes dosis de esperanza a los tres. Es la antesala de la llegada de Himilce, portada por sus carthagineses. La esposa de Aníbal quiere conocer el destino de su esposo y de la ciudad después de un sueño terrible para el destino de ambos.

Tanit confirmará sus temores al respecto del destino del estratega y de la invasión de las ‘águilas’ a Qart-Hadast, pero le expresará que todos resurgirán con el paso de los años y cada año serán recordados en esta tierra. “La diosa ha hablado”.