ANSE ha desarrollado a lo largo de 2016 el proyecto 'Conservación de Arenales y Lagunas Costeras en el Sureste de la Península Ibérica', que cuenta con el apoyo del Ministerio de Agricultura a través de la Fundación Biodiversidad, y que ha permitido la restauración de arenales en La Manga del Mar Menor en una superficie de 2,3 ha, que vienen a sumarse a las 1,8 ha restauradas en años anteriores.

En el último año, la Asociación de Naturalistas del Sureste viene trabajando en la restauración de diversos arenales del Sureste Ibérico situados en Guardamar, La Mata, Lo Poyo y La Manga. Estas actuaciones se enmarcan en el proyecto 'Conservación de arenales y lagunas costeras en el Sureste de la Península Ibérica' y cuenta con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente a través de la Fundación Biodiversidad.

En el caso concreto de La Manga, aunque a algunos les parezca sorprendente por su excesiva ocupación humana, se trata de un espacio donde resulta posible  acometer acciones de restauración ambiental, recuperando los retazos de arenal que aún subsisten pese al desarrollo urbanístico.

La restauración de estos arenales resulta necesaria, en primer lugar, para conservar las poblaciones de diversas especies amenazadas, pues en La Manga se produce una de las mayores concentraciones de flora protegida por el Decreto 50/2003. Especies como la zanahoria marina, la esparraguera del Mar Menor, la tamarilla del Mar Menor , la margarita de las dunas o la malva de Mauritania   tienen en La Manga sus últimas poblaciones y año a año se producen pérdidas de ejemplares o de hábitats adecuados.

Por otro lado, los arenales aportan importantes servicios a la sociedad; además del valor estético y de recurso turístico, los arenales protegen el litoral de los temporales, algo especialmente relevante en escenarios de cambio climático y de previsible aumento del nivel del mar. Por otro lado, los arenales fijan la arena evitando los daños a infraestructuras como los viales o edificaciones. Además, las dunas suponen importantes reservorios de arena frente a la regresión costera.

Las restauraciones de 2016 están afectando a una superficie de 2,3 ha, que vienen a sumarse a las 1,8 ha restauradas en años anteriores. Esta recuperación de arenales ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de San Javier, el Ayuntamiento de Cartagena y la Demarcación de Costas en Murcia, y ha contado con la autorización de la Comunidad Autónoma.