Los ingenieros agrónomos de Pacto por el Mar Menor Celia Martínez y Jorge Enríquez han achacado hoy al regadío intensivo, a las obras civiles y a la invasión de cauces y ramblas los efectos del temporal en el Campo de Cartagena y el Mar Menor.

En un comunicado, los ingenieros han recordado que el mar Menor ha vuelto a actuar de “sumidero” de las aguas de la cuenca que vierten en la laguna mediante ocho ramblas, lo que era su función “originaria”.

Sin embargo, Martínez y Enríquez han denunciado que la actividad humana “ejercida sin control” e, incluso, fomentada por la Administración pública en un “espacio vulnerable y frágil” como es el mar Menor, “cambió toda lógica” de las escorrentías, por lo que se ha perdido la cubierta vegetal y se ha allanado una superficie destinada a regadío y urbanizaciones.

Pacto por el Mar Menor ha culpado también de lo ocurrido a la “artificialización” de la costa, además de alterarse los cauces y provocar una “erosión desmedida” en las playas y permitir la “invasión” urbanística en ramblas y lechos de inundación, por lo que se han producido inundaciones en sitios que hasta ahora no habían sufrido este fenómeno, como el centro comercial Dos Mares y el nuevo Hospital de Los Arcos.

Los ingenieros consideran “increíble” que se construyan tanques de tormenta “donde menos falta hace”, y ha abogado por una solución más económica, como es revisar el estado de la red de saneamiento y limpiar las ramblas.
Pacto por el Mar Menor ha calificado de “demasiado surrealista” que aparezcan tras estos episodios los responsables políticos como “salvadores y vigilantes de nuestro sueño”.

“En sus manos está dar la verdadera solución al problema, colaborar con la ciudadanía, escuchar a quienes tienen conocimiento, dejar de lado posiciones estereotipadas de colores y tendencias, y ser valientes de una vez con aquellos intereses que convierten cada episodio de lluvias intensas en una tragedia”, ha sentenciado.

Pacto por el Mar Menor ha abogado por la prevención y atacar las causas en origen como dos “cosas imperdonables” en este “drama” del mar Menor. “No todo es evitable, pero lo que está en nuestra mano es imperdonable no hacerlo”, ha concluido.