Juan Martínez repasó la historia del carnaval cartagenero y resaltó que también puede ser una fuente de riqueza para la ciudad “si hay voluntad política”.

Juan Martínez Jiménez, a diferencia de sus antecesores en el pregón y pese a ser parte del origen de este carnaval, no llevó disfraz en su alocución, en el que comenzó recordando el origen del Carnaval de Cartagena hace tres décadas, “cuando casi era pecado”, señalando que los padres de los alumnos del colegio de Los Barreros “acompañábamos a nuestros hijos a desfilar en Cartagena y nos dijimos que al año siguiente saldríamos nosotros”. Mantiene su petición de lo positivo que sería para esta fiesta “contar con un sambródromo”, apuntando la Alameda de San Antón como ubicación. También tuvo palabras para destacar la importancia del Carnaval actual y la que puede llegar a tener, además de remarcar que, “al igual que en otras ciudades, es una fuente de ingresos”, considerando que “con voluntad política” puede seguir creciendo.