La comparsa Armonía nació en 1991 en el barrio de Los Mateos y desde entonces no han faltado ni un solo año a su cita con el carnaval cartagenero, al que aportan alegría y desparpajo.

“Está bien que a nuestro barrio se le conozca por cosas buenas como nuestra participación en el carnaval porque siempre se escuchan cosas malas de esta zona y aquí hay mucho estupendo, como nosotras”, comenta con una sonora carcajada Ginesa Mulero, presidenta de Armonía.

La comparsa está formada por treinta socias a las que ayudan desde la asociación de mujeres homónima, que cada semana organiza un bingo para recaudar fondos con el objetivo de que la inversión de los trajes sea la menor posible.

“Las cosas están muy mal por todos sitios y las chicas no tienen dinero para pagarse los trajes. Nosotras recaudamos fondos desde la asociación y las ayudamos en la confección de los trajes. Ni siquiera tenemos diseñador porque no podemos pagarlo”, explica Ginesa Mulero.

La comparsa comenzó a trabajar en el vestuario que lucirá este año en el mes de septiembre. “Las chicas vienen por la mañana, a mediodía y por la noche porque me he empeñado en que lo hagan. Me paso el día chillándoles y diciéndoles que me van a matar a disgustos porque veo que no llegamos a tiempo, aunque al final siempre lo conseguimos”, bromea la presidenta de Armonía. Ginesa Mulero reconoce que en más de una ocasión ha llorado porque veía que no terminaban el vestuario a tiempo, aunque también han reído mucho durante los preparativos. Para la presidenta, el grupo es como una gran familia en la que hay de todo, “risas y llantos pero, sobre todo, mucho cariño”.

Este año, como en anteriores ediciones, la comparsa no pone nombre a la fantasía que lucen. “Sólo lo hicimos en una ocasión, no recuerdo el año, y nos llamamos ‘Antes muerta que sencilla’, pero nunca más hemos repetido. ¡Qué más da el nombre! Lo importante es pasarlo bien y eso lo conseguimos siempre”, indica.