Los Dolores, Los Urrutias, La Palma, La Aparecida y Miranda son sólo algunos ejemplos del lado oscuro de la Navidad. No porque sus vecinos no celebren esta popular fiesta, sino porque sus calles no lucen arbolitos de colores, ni estrellas, ni siquiera las preciosas cascadas que decoran la calle del Carmen; ya que el alumbrado navideño municipal se limita al centro histórico.

Concretamente, al eje comprendido entre el puerto, la avenida Reina Victoria, la calle Ángel Bruna y la Alameda de San Antón. Esta situación ha provocado la indignación de muchos vecinos que se sienten, una vez más, ciudadanos de segunda ya que, a pesar de que pagan sus impuestos, no reciben los mismos servicios que los residentes del centro histórico y de parte del Ensanche.

La situación ha llegado a tal extremo, según relatan residentes de Los Urrutias, que este año ni siquiera se ha instalado la estrella que alumbraba la entrada del pueblo cada Navidad. En el caso de La Manga, el problema es similar ya que su iluminación navideña se limita a una tira de bombillas instalada al inicio de su vía principal.

En algunas zonas, como Los Dolores o Santa Ana, la falta de iluminación municipal se camufla gracias a que muchos residentes alumbran sus fachadas con guirnaldas de luces, papá noeles colgantes o renos de lo más sorprendentes. Aunque esto no acaba con la indignación vecinal.

El Ayuntamiento ha invertido este año 140.000 euros en la instalación del alumbrado extraordinario, que se ha ampliado a varias calles más del Ensanche y que permanecerá abierto hasta el 6 de enero, sin llegar a los barrios.

La situación es aún más grave, ya que en la mayoría de estos barrios, por no hablar de algunas diputaciones de la zona oeste, San Félix o Los Camachos, entre otros muchos, la iluminación de sus calles se ha visto menguada en los últimos meses de forma drástica. De hecho, hay zonas que llevan completamente a oscuras desde antes del verano porque han robado el cableado de las farolas sin que hasta el momento se haya resuelto el problema.

A los robos se une la retirada de farolas en algunos núcleos de población de Perín, Galifa y sus inmediaciones, entre otros, cuyos representantes vecinales se reunieron hace unos días con el concejal de Infraestructuras y Urbanismo, Francisco Espejo, para presentarles sus quejas y exigir una solución, sin que se haya producido.

El Ayuntamiento ha incrementado la partida presupuestaria destinada al arreglo del alumbrado público en 120.000 euros, aunque las quejas vecinales continúan aumentando día a día. Los grupos de la oposición consideran este incremento insuficiente para paliar los problemas de inseguridad que la falta de alumbrado está provocando en todas estas zonas.