Parece que no tienen miedo, pues volver al lugar del robo cuando aún está ‘caliente’ en absoluto es habitual. Es lo que ha sucedido en el local social de Los Dolores (Cartagena), en el que los ‘amigos de lo ajeno’ entraron en la madrugada del sábado y lo volvieron hacer en la del lunes, sospechándose de que se trata de las mismas personas. Esta vez recorrieron habitaciones que no habían visitado, pero su botín fue bastante inferior, aunque lo que aumenta es el malestar de la asociación de vecinos y colectivos del inmueble.

‘Los ladrones se llevan dinero, tabaco y hasta un jamón del local social de Los Dolores’. Es el titular de la noticia que aparecía en cartagenadeley.com sobre las dos de la madrugada de ayer, pero, posiblemente, sobre esa hora esta información ya estaba siendo incompleta o ‘vieja’, pues sobre esa hora es cuando nuevamente los ladrones estaban otra vez dentro del local social de Los Dolores.

En el asalto del sábado, al igual que sucedió en octubre (en el anterior robo), la cantina fue el destino, llevándose 350 cajetillas de tabaco, 50 euros, una botella de brandy y un jamón de la cesta navideña. Nuevamente el acceso ha sido la puerta principal, en esta ocasión reventando la cerradura que se instaló nueva tres días atrás, para a continuación comenzar a recorrer la sede del colectivo de la Tercera Edad y otros habitáculos de la planta baja, como el salón de actos, donde no encontraron objetos de valor ni dinero. Entonces volvieron a la cantina, donde encontraron una impresora de fotografías y se apropiaron de otra botella de alcohol (whisky en esta ocasión) y cinco botes de refrescos de cola. También rompieron la caja de una máquina de bolas infantiles, donde apenas habría unos seis euros.

Sí llamó la atención que el cristal de una ventaja de la sede de la Tercera Edad ha desaparecido. Se piensa que el motivo pudo ser que así evitaban que se pudiesen obtener del mismo huellas dáctiles, apunta Sergio, empleado de la cantina, y que ya ha repetido esta historia tres veces este año. “Es desmoralizador estar trabajando tanto para luego sufrir estos daños”, señala.

Se piensa que los autores podrían ser los mismos de los dos robos anteriores e, incluso, de otros sufridos en la avenida principal del barrio, la calle Alfonso XIII. Mientras, desde la Asociación de Vecinos de Los Dolores, colectivo encargado de la gestión del local social, el malestar crece y se espera que el Ayuntamiento, propietario del inmueble, reaccione solucionando algunas cuestiones que se piensa que afectan a los robos que se han registrado este año en la zona, como son las farolas apagadas, la ausencia de cámara de seguridad y una insuficiente presencia policial. “Desde que pusieron el cuartel de la Policía Local en El Castillito parece que hay más robos”, nos apuntaba un cliente de la cantina mientras elaborábamos este reportaje.

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