Los errores se pagan y más si detrás hay una acción ilegal. Es el caso de un vecino de Cabo de Palos que, por otro motivo, entregó un 'pen drive' a un conocido, descubriendo éste que llevaba imágenes con contenido pornográfico de menos. Ayer se celebró el juicio y el acusado ha sido condenado a cuatro años de prisión.

La Fiscalía solicitó inicialmente al tribunal de la sección quinta de la Audiencia Provincial una pena de siete años y medio de cárcel para Miguel I.S. por la difusión de imágenes de pornografía infantil, pena que se había elevado porque entre esas fotografías se encontraban algunas descargadas de internet y otras de producción propia, que fueron denunciadas por la persona a la que dejó un lápiz USB por otro asunto.

Antes de comenzar el juicio, la fiscal y el abogado de la defensa, Juan Francisco Pérez Avilés, llegaron a un acuerdo para reducir la pena a cuatro años de prisión aplicando la atenuante cualificada de trastorno mental debido al consumo de sustancias tóxicas (estupefacientes), siendo una enfermedad que padece desde 1991, según apuntó su letrado. Miguel reconoció ante el tribunal la autoría del delito y la pena pactada, que fue elevada a sentencia, que firmó en la propia sala el afectado. Pérez Avilés anunció que solicitará que no tenga que entrar en prisión, sustituyéndose ese tiempo por el ingreso en un centro sanitario para su tratamiento médico. Al zanjarse el asunto, no tuvo que declarar un menor que estaba citado.